Plaza de España de Sevilla

Encuadrada en el Parque de María Luisa, fue diseñada por el arquitecto sevillano Aníbal González Álvarez-Ossorio (1876-1929) y se edificó entre 1914 y 1929 como espacio emblemático de la Exposición Iberoamericana de 1929.   

El resultado fue una plaza-palacio única en el mundo. Un espectáculo de luz y majestuosidad.

Cuenta con una superficie total de 50.000 metros cuadrados, convirtiéndose en una de las plazas más imponente de España.

A lo largo de todo el perímetro de la plaza se extiende un canal de 515 metros de longitud, que se puede recorrer a bordo de una barca. Sin duda, una romántica experiencia.

Uno de los aspectos más conocidos e interesantes de la Plaza de España es que su perímetro está ocupado por 48 bancos realizados en cerámica, uno por cada provincia española, ordenadas alfabéticamente, con varias excepciones.

La primera es Canarias, que a pesar de tener dos provincias, aparece representada con un banco único. El motivo es que cuando la Comunidad de Canarias se dividió en dos provincias en 1927, la construcción de la Plaza de España estaba ya muy avanzada.

Algo similar ocurrió con Ceuta y Melilla y la ausencia de banco dedicado a ellas. Cuando se construyó la plaza, no eran ciudades autónomas como lo son hoy.

Otra excepción la encontramos con Pamplona, cuyo banco se encuentra entre Murcia y Orense, ya que originalmente estaba dedicado a Navarra.

La cuarta excepción es Sevilla, que no cuenta con banco alguno. La representación de la ciudad aparece en ocho murales de azulejos, dos por cada uno de los cuatro tramos de bancos de la plaza.

Esa distribución se repite en cada uno de los cuatro tramos, dando como resultado 48 bancos, divididos en cuatro tramos de doce bancos cada uno y cada tramo comienza y finaliza con un panel con alguna escena representativa de la ciudad de Sevilla.

La glorieta de Aníbal González se encuentra frente a la Plaza de España en el centro de la avenida de Isabel la Católica, que es peatonal, y en ella se ubica el monumento a dicho arquitecto inaugurado el 27 de mayo de 2011.​ 

Se trata de una estatua de bronce de 2,5 metros de altura sobre un pedestal de granito junto al que desciende una rampa. Sus autores fueron el arquitecto Manuel Osuna y los escultores Manuel Nieto López y Guillermo Plaza.