Castellón y provincia en imágenes 

La ciudad de Castellón de la Plana, capital de la provincia de Castellón, está ubicada en el noreste de la Comunidad Valenciana de la que forma parte junto a Valencia y Alicante. 

Geográficamente se sitúa al este de la península ibérica sobre una extensión de terreno llano, rodeada por distintas sierras por el interior y el mar Mediterráneo al este, ante el cual se extienden 10 kilómetros de playas. 

Son recomendables conocer en la ciudad la Plaza Mayor, la Concatedral Santa María la Mayor, El Fadrí, el Ayuntamiento, el Mercado Central, el Parque Ribalta, el Museo de Bellas Artes y la playa de El Grao que sirvió de desembarcadero. 

En la Plaza Mayor, centro de la ciudad, se concentran la Concatedral, el Fadrí, el Ayuntamiento y el Mercado Central. 

La Concatedral de Santa María es un templo de estilo gótico valenciano con posteriores intervenciones historicistas y en estilo neogótico. 

El Fadrí es la torre campanario exenta de la concatedral  y su nombre le viene por ese mismo motivo: fadrí significa en valenciano «soltero». 

Dicha torre de planta octogonal fue construida a mediados del siglo XV, tiene 60 metros de altura y su interior tiene cuatro compartimentos que se corresponden con la cámara del reloj, la prisión del eclesiástico, la vivienda del campanero y la cámara de las campanas. 

Tras subir sus 200 escalones nos encontramos unas bonitas vistas de la ciudad. 

Entre los museos tenemos el Museo de Bellas Artes, el Espacio de Arte Contemporáneo, el Museo Etnológico, el Museo de Historia Militar, el Museo de Mar y el Planetario. 

Una buena fecha para conocer Castellón es marzo, en la fiesta de la Magdalena, cuando la ciudad celebra por todo lo alto su semana grande. 

Durante estos días hay conciertos, puestos gastronómicos, actividades infantiles, mascletás y desfiles de gaiatas. 

Entre las playas se encuentran la del Pinar, la playa de Gurugú y la playa de Serradal, todas con bandera azul. 

La provincia de Castellón es conocida por la cantidad de playas que se suceden a lo largo de los 120 kilómetros de la Costa del Azahar. 

Una provincia repleta de numerosos atractivos que combinan el mar y la montaña con parajes naturales de primer nivel, pueblos con encanto, historia y tradición y habitantes hospitalarios por naturaleza. 

Se consideran pueblos atractivos Peñíscola, Morella, Alcalá de Chivert,  Ares del Maestre, Culla, Oropesa del Mar y Villafamés, entre otros. 

Peñíscola es considerada una de las poblaciones más bonitas de España y del mundo. 

Su casco antiguo, coronado por un castillo-palacio, está unido al continente por un cordón de arena que tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando a la ciudad en una efímera isla. 

Las calles del casco antiguo miran al mar salpicadas de balcones con macetas, terrazas, tiendas de artesanía, bares y restaurantes y museos e iglesias que derrochan sabor marinero. 

El mencionado castillo, de obligada visita, también llamado Castillo del Papa Luna, está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar. Los Templarios construyeron esa obra románica sobre restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307. 

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor (1328-1423), zaragozano de Illueca, que fue nombrado papa por la obediencia de Aviñón con el nombre de Benedicto XIII de Aviñón, el llamado Papa Luna, convirtió el castillo en su sede pontificia en el largo litigio sobre su legitimidad. La tenaz lucha que mantuvo el Papa Luna contra sus enemigos sirvió para que surgiera la frase popular de «mantenerse en sus trece» en referencia a la negativa de Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa. 

Peñíscola también ofrece, entre otros atractivos, cálidas aguas en verano y otoño, que se reparten entre las extensas playas de fina arena al norte de la ciudadela y hermosas calas flanqueadas por abruptos acantilados al sur. 

Morella, capital de la comarca de Los Puertos, se encuentra a 80 Km. de Peñíscola y a 985 metros sobre el nivel del mar en un relieve abrupto y montañoso que cuenta con elevadas cumbres, profundos barrancos y rocosas muelas. 

Está rodeada por dos kilómetros de murallas atravesadas por siete puertas y diez torres, llena de monumentos y coronada por un castillo. 

Las intrincadas callejuelas que escalan la montaña donde se asienta, son un escenario ideal para pasear y disfrutar de los numerosos edificios señoriales que son el mejor testigo del esplendoroso pasado de esta villa. 

Es imprescindible visitar la Iglesia Arciprestal de Santa María, una construcción realizada entre los Siglos XIII y XVI de arquitectura gótica que reúne en una misma fachada la Puerta de los Apóstoles y la de las Vírgenes. Destaca su retablo mayor de estilo barroco.