Bilbao y Vizcaya en imágenes
Las provincias de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa componen la Comunidad Autónoma de País Vasco o Euskadi, situada en el extremo oriental de la costa del mar Cantábrico, limítrofe con Francia.
Bilbao, capital de Vizcaya, es conocida por sus muchos atractivos turísticos entre los que destacan el casco viejo, el Museo Guggenheim, la Catedral de Santiago, la Plaza Nueva, el Mercado de La Ribera, la Iglesia de San Antón, el Teatro Arriaga, la Alhóndiga y la Plaza Unamuno, entre otros. Sin olvidarnos de su extensa oferta de ocio y sobre todo gastronómica, en la que destacan sus deliciosos pintxos (pinchos o tapas).
El Casco Viejo o Siete Calles, situado a orillas de la ría, es el barrio más antiguo y animado que ver en Bilbao.
De origen medieval, está formado por estrechas calles repletas de tiendas y tabernas tradicionales, además de concentrar varios de los principales atractivos turísticos de la ciudad como la Catedral de Santiago, el Teatro Arriaga o el mercado de La Ribera.
El Guggenheim, construido por Frank Gehry en 1997 a orillas de la ría, es un museo de arte contemporáneo. De formas curvilíneas, está recubierto de piedra caliza, cristal y titanio, que cambian de tonalidad según la luz del día.
En su exterior se encuentran dos esculturas, Puppy, un enorme perro cubierto de flores frescas, y Mamá, una araña de casi 9 metros de altura con varios huevos en el vientre.
La Catedral de Santiago está situada en el corazón del casco viejo, en la Plazuela de Santiago.
De estilo gótico, destaca en el exterior por su alta torre y sobre todo por la Puerta del Ángel o Puerta de los Peregrinos, utilizada tradicionalmente por los peregrinos que realizan el Camino de Santiago.
La Plaza Nueva, en el corazón del casco viejo, es una de las más bonitas de Bilbao. De estilo neoclásico, fue construida a mediados del siglo XIX, destacando por sus 33 arcos de medio punto con columnas dóricas adosadas y por reunir algunos de los mejores restaurantes y bares de pintxos de la ciudad.
En el Mercado de La Ribera, de estilo Art Decó y grandes vidrieras, encontraremos los productos más frescos de la huerta y del mar Cantábrico.
La Iglesia de San Antón, junto al puente del mismo nombre, fue construida a finales del siglo XV a orillas de la Ría.
En la visita a Bilbao es muy útil usar como referencia la ría del Nervión que lo atraviesa, arteria fluvial a través de la que llegaban los barcos en el pasado y que sigue siendo clave en la vida de la ciudad a la que divide en dos: a la derecha, Deusto, Uribarri, el Casco Viejo y La Peña, y a la izquierda, Bilbao La Vieja, Zorroza y el Ensanche.
Dar un paseo por la Ría, una de las cosas más recomendables de hacer en Bilbao, y conocer los puentes que la atraviesan, es recorrer la historia de la villa.
Diez puentes que vertebran el Bilbao metropolitano, facilitando la movilidad de los habitantes, merecen una visita a pie pormenorizada.
Podemos empezar por el puente de San Antón, el más alejado del Cantábrico, situado como se ha dicho junto a la iglesia del mismo nombre y que lleva ahí más de 700 años y figura en el escudo de la ciudad.
Siguiendo la corriente del río llegamos al puente de la Ribera, junto al mercado de igual denominación, situado en el lugar donde estuvo el puente colgante de la canción y que cruzó la ría desde 1827 hasta 1874 (año en el que fue destruido por la última guerra carlista) y que no debemos confundir con el muy conocido Puente de Vizcaya que une Guecho con Portugalete.
Luego, y siguiendo con dirección al mar, se encuentran por el siguiente orden, los puentes de la Merced, del Arenal, del Ayuntamiento, el Zubizuri o puente de Calatrava, el de la Salve, el de Pedro Arrupe (junto al Museo Guggenheim), el de Deusto y el décimo puente es el de Euskalduna que está situado entre la plaza del Sagrado Corazón de Jesús y Botica Vieja, sobre los antiguos Astilleros Euskalduna.
El puente de la Salve, que recibe su nombre porque cuando llegaban a su altura los barcos que entraban a la ciudad, es el primer sitio donde se divisa la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, patrona de Bilbao, y ahí los marineros le cantaban la Salve.
A partir del puente Euskalduna, siguiendo el curso del río Nervión hasta el Cantábrico, tras 9,4 Km. a pie, nos encontramos el famoso Puente de Vizcaya, joya de la arquitectura industrial y Patrimonio de la Humanidad, que une Guecho con Portugalete. Es el último de los puentes que cruzan la ría y es el trasbordador más antiguo del mundo.
Entre los pueblos atractivos de Vizcaya que es recomendable visitar se encuentran, entre otros, Elanchove, Guernica, Mundaca, Lequeitio y Bermeo.
Elanchove tiene casas construidas sobre una ladera del cabo Ogoño, unidas por estrechas y empinadas calles de piedra, que terminan en un bonito puerto protegido por los espigones que forman una piscina natural de tranquilas aguas.
En Guernica podemos conocer los museos de La Paz y de Euskal Herria, la Casa de Juntas y el Árbol de Guernica, un roble en el que se realiza la toma de posesión del Lehendakari.
Mundaca es un pueblo pesquero con un colorido puerto, un atractivo casco antiguo, playas y miradores del escarpado litoral vasco, además de ser un paraíso para los surfistas.
Lequeitio es un pueblo con un precioso puerto rodeado de coloridas casas con balconadas de madera, un barrio de pescadores lleno de edificios históricos como la Torre Turpin y la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, además de restaurantes donde probar buenos platos de pescado fresco.
El pueblo marinero de Bermeo ha sabido conservar su tradición pesquera y la arquitectura tradicional, en la que destacan las casas de fachadas de colores y balcones de madera llenas de flores, que se pueden apreciar, sobre todo, en su puerto.
Gaztelugache, perteneciente al municipio vizcaíno de Bermeo, es uno de los enclaves más atractivos de Vizcaya. Un islote en forma de cono que aguarda en su punto más alto, a 150 metros sobre el nivel del Mar Cantábrico, una ermita dedicada a San Juan Bautista del siglo IX ó X.
La ermita, junto con las vertiginosas escaleras, forma parte de la roca de Gaztelugache, que emerge del agua como si fuera un castillo.
El peñón se une a tierra firme a través de una lengua de tierra formada por dos grandes arcos. Por encima discurren las famosas escaleras en zigzag, formadas por 241 peldaños que llevan a la ermita.
Detalles y descripción
Nota: Fotos e ilustraciones propias y obtenidas de Internet.
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