Cuenca y provincia en imágenes 

La ciudad de Cuenca, cuyo casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996, es capital de la provincia homónima, la cual pertenece, junto a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo, a la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. 

Conserva la ciudad un importante patrimonio histórico y arquitectónico, siendo de visita imprescindibles la Plaza Mayor, la catedral, las Casas Colgadas, el puente de San Pablo, la Torre de Mangana, la Iglesia de San Pedro, la Ermita de Las Angustias y el Arco de Bezudo.

La Plaza Mayor es el centro histórico del Casco Antiguo y el punto neurálgico de la ciudad. De forma irregular, en ella encontramos como edificios emblemáticos la catedral, el ayuntamiento barroco y las atractivas fachadas de sus edificios.

La Catedral de Santa María y San Julián, una de las diez catedrales más grandes de España, construida entre los años 1196 y 1257, es la primera catedral gótica que se empezó a construir en Castilla junto a la de Ávila. Por fuera su fachada es neogótica y por dentro es un compendio de arte. 

Las Casas Colgadas, icono de Cuenca, se denominan así por poseer una parte de ellas en voladizo, o grandes balcones, sobresaliendo en la alta cornisa rocosa de la hoz del río Huécar. Los únicos tres ejemplos de este tipo de edificaciones que aún perduran son la Casa de la Sirena y las dos Casas de los Reyes construidas entre los siglos XIII y XV. 

Desde el Puente de San Pablo, sobre la hoz del Huécar, construido en piedra entre 1533 y 1589 y reconstruido de hierro y madera en 1902, que es el que vemos en la actualidad, se observan las vistas más tradicionales de las Casas Colgadas. 

La Torre de Mangana, uno de los edificios más populares y emblemáticos de Cuenca, es Bien de Interés Cultural desde 2001, tiene 28 metros de altura, en su parte alta cuenta con un reloj y desde ella podemos ver toda la ciudad. 

La Iglesia de San Pedro se encuentra situada en la Plaza del Trabuco y tiene como curiosidad que es de planta octogonal. En su interior podemos destacar el artesonado de la capilla de San Marcos. Desde su campanario podemos disfrutar de unas atractivas vistas de la ciudad. 

El Arco de Bezudo, datado en el siglo XI y restaurado en el siglo XVI, es una de las puertas que antiguamente daba acceso a la ciudad de Cuenca y una de las pocas que se conserva. 

Entre los más de diez museos de Cuenca destacan el Museo de Arte Abstracto Español, el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha y el Museo de Cuenca. 

Entre los principales eventos culturales se encuentran la Semana Santa y la Semana de Música Religiosa. 

Tras conocer Cuenca es muy recomendable degustar algunas delicias de la gastronomía local como los zarajos y las calderetas. 

Entre los pueblos más atractivos de la provincia mencionamos a Alarcón, Belmonte, Buendía, El Provencio, Enguídanos, Huete, Priego, San Clemente, Uclés y Villanueva de la Jara.

Entre la Alcarria y la Serranía conquense se encuentra la conocida como Ruta del Mimbre, dibujada por los ríos Escabas y Trabaque que riegan los campos y modelan la tierra. Está formada por una serie de pueblos con tradición del cultivo y elaboración del mimbre. 

Estos pueblos son Albalate de las Nogueras, Beteta, Cañamares, Cañete,    Fuertescusa, Priego y Villaconejos del Trabaque. 

El paisaje se vuelve especialmente bonito entre los meses de noviembre y febrero, especialmente en enero, momento en el que la planta del mimbre adopta su tono rojo característico, como una alfombra en llamas.