La Iglesia de la Altagracia, como popularmente se la conoce, que está ubicada en la calle Hostos esquina Las Mercedes de la Ciudad colonial de Santo Domingo, junto a las ruinas del Hospital de San Nicolás de Bari, fue  oficialmente declarada en 1991 “Santuario Arquidiocesano Nuestra  Señora  de  la Altagracia”.

Dicho hospital y la pequeña capilla de piedra anexa al mismo se construyeron en 1503 y son considerados como el primer hospital y el primer edificio religioso del Nuevo Mundo.

En 1550 la imagen de la Purísima, a quien estaba dedicada la capilla, pasó a la nueva iglesia del hospital quedando la Altagracia como patrona de la misma llamándose desde entonces Capilla de nuestra Señora de la Altagracia.

En 1912, por el expreso deseo del arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Nouel, fiel devoto de Nuestra Señora de la Altagracia, se iniciaron las obras del nuevo templo que quedó edificado sobre la primitiva capilla del siglo XVI en terreno donado por Lea de Castro Gómez adquirido en 1899.

Terminadas las obras, la bendición y dedicación de la iglesia se llevó a cabo el día 17 de agosto de 1922, dos días después de la solemne coronación canónica y pontificia de Nuestra Señora de la Altagracia.

El Papa Pío XI envió a Monseñor Sebastián Leite de Vasconcellos a realizar la coronación el 15 de agosto de 1922 en el Baluarte 27 de Febrero de Santo Domingo donde llegó la virgen desde Higüey.

El edificio destaca especialmente por su fachada, toda de color blanco, de estilo renacentista, aunque está decorada con algunos detalles del gótico isabelino.

En el interior, la decoración está influenciada por el arte español y árabe.

El Santuario de la Altagracia forma parte integral de la vida de fe de los habitantes de la ciudad capital y ciudades cercanas, que no pudiendo peregrinar hasta el santuario nacional en Higüey, por diversas razones, acuden aquí a mostrar su amor y fervor hacia la Madre protectora y espiritual del pueblo dominicano.