Zamora y provincia en imágenes
La provincia de Zamora pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León y se encuentra en el noroeste de la península ibérica formando parte de la frontera con Portugal.
Es uno de los paraísos naturales de España y destaca también por su belleza arquitectónica, por ser uno de los destinos mejor conservados del país y por su gastronomía.
Zamora, la capital provincial, es una ciudad muy atractiva, tranquila y paseable, situada en el curso medio del río Duero a 255 Km. de Madrid, a lo que suma tener una estratégica localización geográfica, encrucijada de caminos en la Vía de la Plata.
La calidad de su oferta turística incluye historia, cultura y patrimonio, que destaca por su extraordinario conjunto de arte románico, el más nutrido de España y uno de los más importantes de toda Europa.
Son de imprescindibles visita la Catedral del Salvador, la Plaza Mayor, las iglesias románicas, el Puente de Piedra, las calles de Balborraz, Santa Clara y de los Herreros, el castillo, el Mirador del Troncoso, las murallas, la Puerta de Doña Urraca, el Convento de Santa María la Real de las Dueñas, el Convento del Tránsito, el Museo de la Semana Santa y el Museo Provincial.
La catedral, dedicada al Salvador, que data del siglo XII, se inscribe dentro del denominado románico del Duero, siendo la cúpula, con su decoración exterior de escamas, el elemento más destacado del templo y un auténtico símbolo de la ciudad.
En su interior, se puede disfrutar de las preciosas tallas religiosas ubicadas en diversas capillas, así como de la magnífica Sillería del Coro (1502-1505) ubicada en la nave central y realizada en madera de nogal.
En la Plaza Mayor, centro neurálgico, se encuentran cuatro lugares de interés: el Ayuntamiento Viejo construido a finales del siglo XV, el Monumento al Merlú, la Iglesia de San Juan y el Ayuntamiento Nuevo.
En dicha plaza desembocan nueve calles, siendo las principales Balborraz, Santa Clara y de los Herreros. Muy cerca se encuentra el museo Etnográfico de Castilla y León.
El Merlú es el nombre que reciben aquellas parejas de congregantes de la Cofradía de Jesús Nazareno cuya labor es reunir a los demás hermanos, a toque de corneta sordina y tambor, para comenzar el desfile procesional.
En el municipio de Zamora hay censadas, además de la catedral, un total de veintidós iglesias románicas, desde el siglo XI al XIII, entre las que destacan las siguientes ubicadas en el casco antiguo: San Pedro y San Ildefonso, San Claudio de Olivares, Santiago de los Caballeros, San Isidoro, La Magdalena, San Cipriano, Santa Lucía, San Andrés, San Esteban y Santa María la Nueva.
La Iglesia de San Juan Bautista con el crecimiento posterior de la ciudad quedó en el centro de la misma, y de hecho hoy en día se encuadra en el costado occidental de la Plaza Mayor.
El Puente de Piedra, construido en el Siglo XII y reformado en varias ocasiones, une el centro de la ciudad con los barrios situados en el margen opuesto del río Duero.
La calle de Balborraz es una de las calles más antiguas y pintorescas que ver en Zamora, la cual era utilizada para acceder desde el río Duero a la Plaza Mayor.
Su nombre, de origen árabe, ‘bab al ras’, se traduce como «puerta de la cabeza». En ella podemos ver bonitas casas de finales del XIX. La misma discurre paralela a otra famosa calle de la ciudad: la Calle de los Herreros. Un lugar imprescindible donde salir a tapear.
Justo detrás de la Catedral se encuentra el Castillo de Zamora, cuyo origen data del siglo XI. Quedan muy pocos restos de la época: algún tramo de muralla, las ruinas del patio de armas, parte del foso y tres pequeñas torres.
El mirador del Troncoso nos ofrece una de las panorámicas más bellas de la ciudad.
En la provincia de Zamora son recomendables conocer, entre otros, los siguientes pueblos: Benavente, Fermoselle, Pereruela, Puebla de Sanabria y Toro.
Junto a Zamora y Toro, Benavente es la tercera ciudad más importante de la provincia de Zamora. Fue un nudo de comunicación entre la meseta y el norte, además de formar parte del trazado jacobeo de la Vía de la Plata.
Fermoselle es un precioso y típico pueblo de la comarca zamorana de Sayago, cercado por los ríos Duero y Tormes, considerado como la capital de Los Arribes del Duero y al que se le denomina como «el Balcón del Duero».
Se recomienda un paseo por su arquitectura medieval, la Plaza Mayor, el mirador del Castillo, la iglesia parroquial y la visita a sus bodegas subterráneas. Y como no, también la degustación de quesos, vinos y mermeladas.
Toro es un destacable destino cultural, con una importante carga patrimonial que denota el esplendor del que gozó la ciudad castellana que la llevó, incluso, a ser sede real y lugar de celebración de Cortes.
Entre los imprescindibles de Toro se encuentran el alcázar, la colegiata de Santa María la Mayor, el monasterio de Sancti Spiritus el Real, la ermita de Santa María de la Vega, la plaza de Toros, la Iglesia del Santo Sepulcro, el puente medieval, con increíbles vistas de la localidad, el mirador del Duero y la calle Mayor.
En la Puebla de Sanabria, que se encuentra en un enclave natural mágico, pegada al lago del mismo nombre y a la sierra de la Culebra, es recomendable visitar el castillo de los Condes de Benavente y la iglesia de Santa María del Azogue, de estilo románico, y sobre todo pasear por la localidad.
El lago de Sanabria, situado a una altura de unos 1000 metros sobre el nivel del mar, que forma parte del parque natural Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto, es el lago glaciar más grande de la península ibérica.
Cuenta con varias playas de arena a las que acuden turistas cuando el calor comienza a presentarse.
Detalles y descripción
Nota: Fotos e ilustraciones propias y obtenidas de Internet.
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