Salamanca y provincia en imágenes 

La ciudad de Salamanca, a orillas del río Tormes, capital de la provincia homónima, está situada en el sudoeste de la Comunidad Autónoma de Castilla y León a 215 Km. de Madrid. 

Salamanca ha sido un centro de conocimiento y cultura de gran trascendencia universal. Considerada la ciudad renacentista española por excelencia, fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.

Parte del ambiente y animación de la ciudad se debe a la Universidad de Salamanca, una de las universidades más antiguas de Europa, entre las que están, por ejemplo, la de Bolonia y Oxford. 

Caminando por ella se encuentra el rastro de personajes de la literatura clásica española como Calixto y Melibea y el Lazarillo de Tormes. 

La visita a su centro histórico, lleno de maravillas arquitectónicas, se recomienda iniciarla en la Plaza Mayor, centro vital de la ciudad, prototipo del Renacimiento español. 

Además de dicha plaza, son de visita imprescindible, entre otros lugares, las dos catedrales, la Universidad, el Convento de San Esteban, la Casa de las Conchas, la Clerecía, el Huerto de Calixto y Melibea, el Palacio de la Salina, el Palacio de San Boal, el Puente Mayor del Tormes, la Casa Lis y el Convento de las Dueñas.

La Plaza Mayor, que tiene forma de cuadrado irregular, fue construida entre 1724 y 1755 y se considera una de la más bella de España, modelo de plaza monumental porticada, de estilo barroco. 

Destacan en ella la simetría de los balcones, los arcos de medio punto que la rodean, con medallones de personajes ilustres, y varios edificios históricos como el Ayuntamiento de 1755 en el ala norte y el Pabellón Real en el ala este. 

Salamanca tiene dos catedrales, la vieja, del siglo XII de estilo románico, y la nueva, mucho más grande, iniciada en el siglo XVI en estilo gótico y concluida en el siglo XVIII. El lugar donde se juntan ambas es conocido como Patio Chico, uno de los rincones con más encanto de la ciudad. 

La Catedral de la Asunción de la Virgen o Catedral Nueva es una de las catedrales más grandes de España en dimensiones, y su campanario, con 92 metros de altura, también es de los más altos.​  

En la fachada de la Puerta de Ramos de dicha catedral, nos sorprenderá descubrir las figuras del astronauta y la del dragón con un helado, que son un guiño del artista a la ciudad. 

Una vez encontradas esas figuras, se recomienda entrar en el interior de esta enorme catedral para ver la Capilla Mayor, el Altar Mayor, el Coro y cruzar el muro sur para visitar la Catedral Vieja, donde nos llamará la atención su Retablo Mayor y varias capillas como la de Santa Bárbara y San Martín. 

La Universidad de Salamanca, fundada en 1218 por Alfonso IX, es la más antigua del mundo hispano. 

Este histórico edificio tiene una preciosa fachada exterior de estilo plateresco, llena de elementos decorativos tallados en piedra, entre los que sorprende la figura de una rana encima de una calavera, que dicen debes ver, si quieres aprobar los exámenes. 

En el interior de la universidad, en el que han impartido clases personajes como Miguel de Unamuno y ha tenido estudiantes como Hernán Cortés, se encuentra el edificio de las Escuelas Mayores que incluye varias aulas, el claustro y la antigua biblioteca. 

El Convento de San Esteban, perteneciente a la orden de los Dominicos y construido entre 1524 y 1610, es uno de los edificios que visitar en Salamanca más bonitos. 

La Casa de las Conchas, un palacio señorial construido a finales del siglo XV, tiene una fachada con alrededor de 350 conchas de vieiras, distintivo de la orden de Santiago, y un precioso patio interior. Actualmente alberga una biblioteca pública. 

Enfrente de esta casa se encuentra La Clerecía, que consta de un colegio y una iglesia. Después de ver el claustro, el Retablo Mayor y la Sacristía, se puede subir a las torres de la iglesia para disfrutar de una de las mejores vistas del casco antiguo de Salamanca. 

La Casa Lis, es un palacete modernista situada encima de la antigua muralla que rodeaba la ciudad en la Edad Media. En su interior podemos recorrer el Museo de Art Nouveau y Art Dèco que alberga una colección de muñecas de porcelana y un gran patio cubierto por una espectacular vidriera. 

Los pueblos recomendables conocer en la provincia de Salamanca son, entre otros, Alba de Tormes, Candelario, Ciudad Rodrigo, La Alberca, Ledesma, Miranda del Castañar, Mogarraz, Monsagro, Monleón, San Felices de los Gallegos, Sequeros y Sotoserrano. 

Candelario tiene uno de los cascos históricos mejor conservados de la provincia. Sus calles estrechas y empedradas son recorridas por canales de agua, llamados regaderas, a los que tenemos que unir sus casas blancas con sus “batipuertas”, unos portones de madera que evitaban que entraran los animales a las casas. 

Ciudad Rodrigo, cargada de historia y cultura, tiene muchos monumentos atractivos, entre ellos destacan el Castillo de Enrique II y la Catedral de Santa María.

En el sur de la provincia de Salamanca, en la llamada Sierra de Francia, encontramos La Alberca, uno de los lugares más turísticos de la provincia por su singular belleza y su característica arquitectura serrana. Un entramado de granito y piedra con vigas de madera a la vista, donde cada planta superior sobresale de la anterior.

Los lugares más destacados de esta localidad son la Plaza Mayor, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XVIII), que cuenta con un interesante púlpito de granito policromado, y sus ermitas. Pero aun así, lo mejor es recorrer sus estrechas calles para descubrir su arquitectura tan original.

En Ledesma vamos a encontrar casas palaciegas construidas entre los siglos XV y XVI, la Iglesia de Santa María la Mayor, la fortaleza y la muralla que cierra la villa. 

En Miranda del Castañar, que se encuentra en la comarca de la Sierra de Francia, el castillo es el emblema principal de la localidad, construido en el siglo XIV sobre los restos de una antigua fortaleza. 

Mogarraz, también situado en la mencionada comarca y con un marcado carácter medieval, tiene unas fachadas repletas de mampostería y entramados, en sus estrechas callejuelas de piedra.